A nadie le gusta ser parte de un conflicto ya que en la mayoría de los casos tienen una connotación negativa, pero no siempre es así. Aprender a manejar y resolver los conflictos es una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo personal.

Los conflictos están presentes o emergen en toda nuestra vida, es una realidad que debemos reconocer. Los conflictos pueden ser personales o con las demás personas, y siempre cuando debemos tomar decisiones.

La habilidad de manejar y resolver conflictos se aprende, se practica y se domina, así logramos tener una vida más satisfactoria y armoniosa.

Esta habilidad es mucho más fácil de manejar si se aprende desde niño. Guiar a los niños a para que resuelvan sus conflictos y diferencias con otros. Darle el ejemplo es lo mejor que se puede hacer por ellos.

Los conflictos en el aula han existido desde siempre.

La madurez psicológica y de personalidad de niños y adolescentes necesaria para gestionar situaciones de forma serena y objetiva es limitada.

Aprender a vivir juntos, niños, adolescentes o adultos que debe formar parte de lo que denominamos calidad de vida.

Vivir juntos es una necesidad, a veces puede ser un problema.

A ser, a conocer, a hacer y a convivir, son los pilares de nuestro aprendizaje.

En el ámbito escolar o cualquier organización, incluso familiar, para que esa comunidad sea cálida y acogedora deben estar presentes las siguientes cualidades:

1.- La Cooperación: trabajar y aprender juntos, confiar, ayudar y aprender a compartir.

2.- La Comunicación: escuchar activamente, observar y comunicarse efectivamente.

3.- La Tolerancia: respetar y apreciar las diferencias y olvidar los prejuicios.

4.- La Emocionalidad: lograr expresar los sentimientos y reconocer los de los otros.

5.- La Resolución de Conflictos: aprender a responder asertivamente sin emitir juicios.

Hay muchas situaciones que pueden derivar en un conflicto.

Las causas se pueden agrupar en categorías:

1.- Una atmósfera muy competitiva: las personas, en forma natural, aprenden a ser competitivos, ya sea por terminar antes una tarea, aprender más rápido, por una nota o por ser líder en algo.

2.- Un ambiente intolerable: un ambiente hostil, presencia de desconfianza, frecuentemente fraccionado, siempre es molesto. Las personas son intolerantes, existe falta de colaboración y amabilidad.

3.- Comunicación precaria: un terreno específicamente fértil para el conflicto. Estos pueden ser atribuidos a malos entendidos o percepciones erróneas de las intenciones, los sentimientos, las necesidades o las acciones de otros.

4.- Manejo inadecuado de las emociones: los conflictos tienen fuertemente un aspecto emocional y afectivo. La falta de gestión de las emociones y el desconocer las emociones de los demás crea un clima fértil para los conflictos.

5.- Carencia de habilidades: no saber cómo responder a los conflictos puede llevar a la espiral de la violencia. La falta de habilidades de negociación derivará en falta de habilidades para resolver conflictos.

6.- Abuso de poder: aplicar mal la posición dominante en una situación o relación, llevará a una variedad de conflictos. Tomar una posición dominante en vez de liderar, no será beneficioso para la relación.

Existen variados talleres, prácticas y dinámicas que se pueden realizar para ayudar a prevenir y solucionar conflictos:

Personalidades y Estilos Sociales

Las personalidades y estilos sociales los podemos agrupar en cuatro cuadrantes de acuerdo a su asertividad y su afectividad.

Poder reconocer la personalidad de su interlocutor permite entender por qué las personas defienden sus argumentos y reaccionan de cierta forma a los estímulos y situaciones.

Si mejoramos nuestro reconocimiento de las personalidades, podremos ponernos en el lugar del otro y entenderlos mejor.

Escucha Activa

En la escucha, hay cinco áreas de atención o intenciones.

Recordar detalles, entender la perspectiva general, evaluar el contenido, atender a las señales sutiles y empatizar con el hablante.

Si mejoramos nuestra escucha, reduciremos las fuentes de conflicto ya que mejorará la comunicación.

Feedback o Retroalimentación

Aprender a dar retroalimentación efectiva, nos permite dar a conocer de mejor forma lo que pensamos y opinamos de ciertas situaciones e ideas.

La práctica de las conversaciones versátiles reduce los conflictos y la duración de ellos.

Dar a conocer los diferentes puntos de vista permite aclarar que fué lo que escuchamos.

La indagación apreciativa es otra técnica que va por el mismo camino.

El Manejo y Resolución de Conflictos procura disminuir y reducir el nivel de conflicto, la duración del mismo y resolver prontamente los mismos.

resumen taller Manejo y Resolución de Conflictos

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artículo Programa Desarrollo Organizacional

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